Hoy os adentro más que nunca en mi vida y en mi mundo.
Ahora mismo debo de estar en un quirófano de la Clinica Corachan, sedada y soñando en el país de las maravillas deseando despertar. Nacemos y crecemos como tenemos que hacerlo y muchas veces hay cosas de nosotros que no nos gustan, a veces son tonterías y otras veces no lo son. A mi nunca me han gustado los pechos grandes, pero me tocaron y se puede decir que poco a poco les he ido cogiendo manía haciendo de ello un pequeño trauma, ademas de dolores de espalda e incomodidad. Recuerdo perfectamente cuando me empece a desarrollar, solo dos chicas de mi curso tenían pecho, íbamos a sexto y claro, ahí no me importaba demasiado, pero con el tiempo, cuando vi que los míos eran los mas grandes y que los graciosos de clase me llamaban ''tetona'' me dejo de gustar. He llevado escotes imposibles y no me he sentido incomoda, me han gustado, pero por poco tiempo. Cuando iba a segundo de eso llevábamos bata y en verano los profesores nos las dejaban quitar a ratos por el calor. Yo solo me la podía sacar dependiendo la camiseta que llevara, porque con una simple básica de tirantes ya se me veía el escote y eso era como un delito.
Poco a poco he aprendido a disimularlo a la hora de vestir, pero hay muchísimas cosas que no puedo usar, encontrar sujetadores a mi medida es todo un mundo ya que las proporciones de mi espalda y de mi copa no son muy compatibles. Mirarte al espejo y llegar a darte asco y pensar que esa sensación la puede tener todo el mundo.
A los 17 años le dije a mis padres por primera vez que me gustaría hacerme una reducción de pecho, lo entendieron perfectamente pero tanto ellos como el medico decían que me esperara mínimo hasta los 21. Dos años después me he decidido y lo voy a hacer, lo estoy haciendo. Llevo semanas con miedo, nerviosa, que digo nerviosa ¡histérica!, pero a la vez muy feliz y con muchas ganas, unas ganas enormes que se llevan los nervios.
Confio plenamente en el cirujano que me lo hace, Juan Cruz Gimeno, ya que en todas las visitas me ha dado la tranquilidad que necesitaba, es todo un profesional y especialista en cirugías, ahora es como mi ángel!
Todo esto es como un sueño para mi, un por fin lo he hecho, un hip hip hurra, un chillido desde un acantilado con vistas preciosas, un orgasmo y sobretodo una satisfacción muy grande.
Todas las cosas que os cuento aumentaron mis ganas de hacerlo, mis ganas de poder estar agusto conmigo misma, de no tener vergüenza (ya que no la tengo por otra cosa), de tener el valor y apartar mi miedo para entrar en un quirófano, de no importarme las semanas que tenga que estar de recuperación, de cumplir uno de mis sueños y de ser mucho más feliz.
Espero que no os moleste este post, lo tenia que hacer porque sois mi segunda familia y me hace feliz poder compartir esto con todos vosotros. He dejado posts preparados y en cuando este bien para escribir os contare como ha ido. Hoy os dejo con una foto de ayer en mi última visita. Gracias por estar al otro lado de la pantalla y por los ánimos que se que me estaréis dando!

¡MUCHO AMOR!