DE DOS EN DOS

Existen parejas. Existen relaciones express o parejas que nunca llegarán a nada. Existen relaciones abiertas, y no tan abiertas. Y existen parejas de hecho, y hechos de los que nacen parejas. La moda no iba a ser menos. Un claro ejemplo de esto se traduce en la historia del diseñador Ricardo Tisci junto a Nike. Su colaboración de hace dos años no dejó indiferente a nadie. Ahora su historia de amor se consagra y ésta traerá como resultado algún que otro diseño para vestir los pies de sus eternos y más fieles seguidores en la próxima temporada. Algo parecido pasaba con Reebok y la casa francesa Sandro. Parece ser que el estilo deportivo asequible de uno y el más fino savoir faire francés de otro, fueron capaces de formar una alianza exquisita. El amor no entiende de clases.

Después de su divorcio con Dior, Raf Simons quiso olvidar esa ruptura al más puro estilo británico. Así fue como, seguramente, después de unas cuantas citas intercambiando creatividad e inspiración, nació Raf Simons x Fred Perry. La elegancia inglesa se volvía todavía más delicada gracias al cariño que el diseñador le daba en cada una de sus prendas.

Un poco más al límite se sitúa el caso de H&M, quien, por lo que nos cuentan, tuvo más de una historia de amor. Algunas de ellas llevaron nombres como Marni, Alexander Wang o Balmain. Esta última, una de las más sonadas. En este caso, no fue el sentimiento de mariposas en el estómago lo que llevó a estos dos gigantes a formar un tándem casi perfecto, sino las posteriores cifras de ventas que resultarían de su éxito. Y así fue.

Desde siempre se han dibujado muchos tipos de amor y de parejas transformadas en colaboraciones entre marcas y diseñadores. Quizás, la más bonita de todas, sea esa que uno desea con todas sus fuerzas pero que jamás se llega a consolidar. Y en la moda, al igual que en el amor, lo no correspondido es lo que más marca, aunque también lo que más duele.

NACHO DUYOS