De estilo bohemio, un poco rockeras, de
sangre real o reinas de las fiestas más desenfrenadas en el París
de los 70. Todo es posible. Se rumorea que fue una de esas frías
noches de invierno de Nueva York la culpable de que Loulou de la Falaise e Yves
Saint Laurent decidieran convertirse en algo similar a una pareja
artística. Ella le prometió su encanto y él le regaló su
creatividad. Algo diferente le ocurrió a Audrey
Hepburn, convertida en un icono universal después de que el gran
Hubert Givenchy se consolidara como su mentor de estilo en Desayuno con diamantes.
Givenchy pulió una estrella y Audrey supo brillar hasta el final.
Porque hasta el más imponente de los
genios necesita una fuente de inspiración. Es el caso de Lagerfeld,
quien encontró en Amanda Harlech algo más que un lienzo en blanco
sobre el que plasmar sus clásicas y siempre elegantes ideas. Amanda se
convirtió en su mano derecha tanto en lo personal como en lo
profesional. La música también hizo de las suyas. Estrechamente relacionada
con el mundo de la moda, fue la base por la que Jean Paul Gaultier
abrió las puertas al icono cultural de una era. En los 90, la
todopoderosa Madonna se subía a un escenario vestida al completo con
las prendas del diseñador. Él se catapultaría hacia lo más alto y
ella se consolidaría como la reina de una época que, al parecer,
todavía no ha descubierto su punto y final.
No existe ni existirá nunca ninguna
clase de condición para convertirse en la musa de un artista,
diseñador, genio o poeta. Está claro que los grandes nacen, pero no
hay duda de que ellos serían un poquito más pequeños sin esas sombras a su lado con las que inspirarse, crear, reír y, seguramente a veces,
llorar.
Bohemian style, rocking girls, or queens from the wildest parties in Paris in the 70's. Anything is possible. It is said that it all happened one of those cold nights in New York when Loulou de la Falaise and Yves Saint Laurent chose to become something like an artistic couple. She promised him her charm and he gave her his creativity.
Something different happened to Haudrey
Hepburn, which has become a universal icon after the great Hubert
Gyvenchy was consolidated as his style mentor in Breakfast at
Tiffany's. Gyvenchy created a star and Audrey knew how to shine
through. Even the most imposing genius needs a
source of inspiration. Lagerfeld found in Amanda Harlech more than a
blank canvas on which capture his classic but always elegant ideas.
Amanda became his right hand, in both personally and professionally. In the 90's, Madonna a jumped into the
stage dressed up with clothes by Gaultier. He was catapulted to the
top and she strengthened herself as the queen of an era that
apparently has not yet found its final point.